viernes, 21 de mayo de 2010

Vergüenza


Vergüenza es lo que siento cada vez que enciendo la tele y veo cómo una organización falangista puede llevar a juicio a un juez por investigar el mayor delito de España. Vergüenza siento cuando veo cómo crímenes contra la libertad quedan sin castigo porque, tras la fachada de la democracia, en nuestro sistema judicial no hay más que fachas. Vergüenza es lo que siento cuando Europa tiene que ofrecer a Garzón un puesto internacional, mientras España lo intenta juzgar. Vergüenza siento cuando un juez es suspendido por supuesta prevaricación, que casualmente ha aparecido cuando Garzón ha destapado la trama Gürtel y al PP, y ha suscitado polémica por intentar hacer justicia, porque el tiempo pasa, pero los delitos siguen ahí. Vergüenza es que nos sigan olvidando, pues si tanto es democracia, el pueblo es el que decide, y no un club de juececillos que juegan a preservar el régimen que los llevó hasta su puesto.

Fuente: Garzón. EL PÚBLICO

1 comentario:

  1. ¿Entonces usted defiende que, dependiendo de quién ejerce la acusación, esta pueda tomarse o no en consideración? Es decir, ¿que la justicia no sea para todos, que si uno es facha, o si es ultra, o si es bajo, o negro, o si en su momento fué presidiario, no pueda denunciar un delito que cree que se está cometiendo? No sé que hay de vergonzoso en que, si Garzón no cometió ningún delito, si no se lucró personalmente aprovechando su puesto, sino ejerció acciones que no le competían, para después cobrarse favores políticos, ayudar a los que interesa, dejando otras cosas en el cajón, lo pueda demostrar ante un juez. ¿Está Garzón, entonces, por encima del resto de ciudadanos? A mí lo que me parece vergonzoso es que ocurriera lo primero que digo en mi comentario

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